Un da siguiendo a Alfonso Rueda, el hombre tranquilo al que ya le piden fotos por la calle

Senn Rouco

Son las 7.50 horas de la maana. Noche an y 7 grados en la plaza de Barcelos de Pontevedra. Alfonso se prepara para un da que no presume muy diferente a otros. Repasa que todo est en su sitio y mira por la ventana. Se acerca Adrin por una acera vaca, y toca en el cristal. Buenos das. Y Alfonso abre.

Sucede que este Alfonso no es el protagonista deesta historia, pero sin l es imposible entender lo que pasar en las siguientes horas. Porque con este Alfonso, dueo del bar O Can de Pau, arranca sus jornadas desde hace aosAlfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 1968). Con el caf con leche fra que le sirven l o su hijo Adrin. El 14 de mayo del 2022, cuando el Alfonso protagonista de este reportaje lleg a lo ms alto de su carrera poltica, cuando jur su cargo en el Parlamento de Galicia como nuevo presidente, Alfonso el del bar Can y su mujer estaban all, invitados por el propio Rueda.

As, con los cafs de Alfonso y de su hijo Adrin arranca y prosigue una jornada con la primera autoridad de Galicia.

08.15 horas

Ese primer caf. En el Can de Pau los primeros en entrar son tres miembros de la Polica Autonmica. Forman la escolta del presidente, agentes que ya estaban con Feijoo, con la salvedad de Marta, primera mujer que trabaja para un presidente de la Xunta en esas funciones de seguridad, incorporada hace unas semanas. Son sumamente discretos. Con ellos, tomando caf en una mesa, el alcalde de Portas. Aparece Jos Benito Surez en pantalones de deporte. Dice que viene de hacer deporte. Es otro habitual del bar. Presidente del Puerto de Marn, marido de la exministra Ana Pastor, forma parte del estrecho grupo de amistades de Pontevedra del presidente. Al poco llegaAdrin Rodrguez, jefe de prensa del presidente y su sombra desde hace 7 aos. Rueda —traje azul, camisa blanca y sin corbata— entra pasados veinte minutos de las 8, saluda a todos, charla un rato con Jos Benito —ahora ya no le sigo el ritmo, yo voy detrs en bici, Alfonso va ms rpido, pero fui yo quien le meti lo de correr, cuenta—, y ve pasar a butaneros y repartidores de patatas y empanadas. A nadie le sorprende que el presidente gallego est ah en la barra con su caf. La normalidad era la marca hace un ao, antes de que estallara la guerra en Madrid para echar a Pablo Casado del PP y llevara a Rueda a lo ms alto. Y la normalidad sigue siendo la marca hoy.

08.50 horas

Rumbo a Santiago. Ha salido el sol y el coche oficial del presidente -un DS hbrido de alta gama- enfila hacia la capital gallega. A Santi, el chfer del presidente esta semana —hay dos conductores que se relevan cada siete das— no le convence este modelo porque no le permite hacer muchos kilmetros sin tener que repostar. Y ese coche tiene que cruzar Galicia varias veces a la semana. Santi, que lleva desde el ao 2000junto a Rueda (cuando entr como director general con Fraga, y entonces los directores generales tenan chfer) habla con voz baja porque en el asiento de atrs el jefe empieza su ronda de llamadas. Buenos das, Julio. El primero es el conselleiro de Sanidade.Cristina Barral cuenta en La Voz ese da que ha dimitido el jefe de Enfermera de Pontevedra, y Rueda quiere que Julio Garca Comesaa le explique qu ha pasado y qu otros temas tiene en marcha. Hace apenas unos das, el domingo, miles de personas reclamaron ms medios para la sanidad pblica, y no parece casualidad la llamada al conselleiro ms apurado.

Elsiguiente telefonazo es a un tocayo y colega, Alfonso Fernndez Maueco, presidente de Castilla y Len. Dice que es el barn del PP con el que mejor trato tiene. Son de una misma generacin y sus hijas comparten colegio mayor. Hablan sobre el corredor atlntico. La tercera llamada, ya por Padrn, la hace l directamente (las otras son a travs de su secretaria): es a su hija Beatriz, que estudia en Madrid un doble grado y a la que quiere ir a visitar el fin de semana, que le queda libre antes de llenar la agenda sbado y domingo hasta las elecciones de mayo. La cuarta interlocucin, cuando ya se entra a Santiago, es con Paula Prado, la secretaria general del PPdeG, precisamente por las municipales y por algunos detalles que no le gustan de la precampaa.

As que cuando Santi aparca en San Caetano ha resuelto asuntos de Presidencia, del partido y personales. Atender todo esto es quiz lo que ms ha cambiado mi da a da desde que soy presidente, la Xunta es pura jerarqua y tienes que estar a todo, comenta mientras accedemos a San Caetano.

09.20 horas

Primera reunin de equipo. Ya en el despacho, resuelve unas primeras firmas, abre una discreta puerta blanca lateral y en una sala rectangular le esperan ocho personas, cuatro mujeres y cuatro hombres, el crculo ms estrecho de colaboradores en la Xunta. Raramente leern sobre ellos, pero su influencia sobre el presidente es notable. Algunos llevan ms de una dcada a su lado. Estn —adems de Adrin Rodrguez—, los responsables de comunicacin interna y externa, Silvia Valds y Jorge Pan; Noelia Martnez e Higinio Meijide, asesores del presidente; Luca Fernndez Morais-Petersen, jefa de la oficina de atencin al presidente; Emilio de la Iglesia, director de gabinete; y Beatriz Cua, secretaria general de Presidencia, la mujer que tiene todo San Caetano en su cabeza y con quien ms departe en privado. Se citan presencialmente todos una vez por semana; el resto se despacha por un grupo de WhatsApp (mtodo preferido para comunicarse del presidente). Esta cita dura unos 20 minutos; preparan el Consello de la Xunta y sus temas claves, el funeral por el Villa de Pitanxo, sincronizan agenda con el grupo del PP en el Parlamento, y hasta debaten sobre si hay que ir disfrazados a Vern en da de Comadres (al final acordarn que s). Presidente, hay que irse, le dicen. Es una frase que se repetir a lo largo del da. Rueda se pone por primera vez la corbata. No parece este un detalle menor.

10.05 horas

Cumbre empresarial en el Gais. Hay que llegar todo lo puntual que se pueda, no me gusta nada que me esperen, confiesa el presidente cuando mira el reloj y ve que pasan cinco minutos de la hora acordada con una treintena de empresarios del sector primario, que le presentan sus proyectos para optar a fondos europeos. Se le han adelantando Francisco Conde, su vicepresidente primero y en quien ha delegado toda la negociacin econmica y empresarial, y Rosa Quintana, la conselleira ms veterana, junto a l, en la Xunta del PP desde el 2009, y a quien ver todava dos veces ms esta jornada. Rueda escucha y toma nota, pero deja a Conde el peso de la sesin.

11.15 horas

Regreso exprs a San Caetano. Tiene apenas media hora en su despacho antes de salir de nuevo hacia el Obradoiro, donde le espera una campaa de la Consellera de Mar. Por los pasillos de San Caetano hay escolares de visita que no se percatan de la entrada del presidente. Dentro, Rueda responde a algunas cartas de agradecimiento y se hace una foto por el Da del Cncer Infantil, que luego su equipo colgar en las redes sociales oficiales. Tambin contesta personalmente mensajes de algunas personas. No te puedes imaginar la de gente que tiene mi telfono… a veces me pregunto cmo lo han conseguido, dice con cierta sorna. Antes de salir de nuevo llega Javier, un ordenanza que durante aos tuvo en Vicepresidencia y que ha pedido saludarle tras casi un ao, y simplemente hacerse una foto con el jefe. Qu tal te tratan ah ahora?, le pregunta. Bien, bien, responde l con timidez. No ser la nica peticin de foto del da; eso s que es diferente a lo que suceda un ao atrs. Es el poder, la jerarqua, el mayor grado de conocimiento en la calle (de un 44 % a un 82 % en apenas seis meses, segn Sondaxe). Ya no pasa desapercibido. Fuera de Galicia, s, admite l.

Bajando las escaleras de la zona de Presidencia se da de bruces con esos escolares de visita por San Caetano. Mirade a quen temos aqu, les avisa una profesora. Vienen del colegio Antonio Magarios de Cambados. Eu son medio de al, les dice; fue secretario de su Concello durante unos cuantos aos (ahora su plaza est en Marn). Durante todo el da alternar gallego y castellano para dirigirse a la gente. A los chavales lo que ms les interesa es saber cmo es el mvil de un presidente, y le piden que se lo deje ver.

12.10 horas

De promocin en el Obradoiro. Santi no llega a meter el coche oficial en la plaza ms emblemtica de Santiago y una de las ms hermosas del mundo. No me gusta nunca que entre el coche, mejor a pie, justifica el presidente. Cruzando el Obradoiro le saluda un tipo que dice haber sido personal de seguridad de Manuel Fraga, y una persona ms le pide una foto. Tras el acto, lo harn unos cuantos, incluido un grupo de chavales de la Costa da Morte algo vacilones, y una universitaria: Presidente, yo es que estudio en su facultad [Derecho]. Pues a ver si tienes ms suerte que yo, le dice, tirando de nuevo de sorna. En la plaza del Obradoiro se siente cmodo entre la gente mientras se presenta una campaa de furgonetas con gastronoma gallega.Le va quedando mejor el traje de presidente, dice un director general.

13.30 horas

Despachos internos. El lugar de trabajo en San Caetano no ha cambiado mucho sobre cmo lo tena Feijoo. Siguen ah cuadros de Colmeiro, pero ahora hay fotos de su mujer, Marta Coloret (que trabaja en un banco en Pontevedra), y sus dos hijas, Beatriz y Marta (esta segunda vive con ellos en Pontevedra). Tambin una con el rey cuando le recibi como nuevo presidente de Galicia. He aadido tambin algunos libros, explica. Le da tiempo a leer? Muy poco, tengo que revisar muchas cosas, aunque intento sacar tiempo, por ejemplo, para leer ms en ingls. Para recuperar ese idioma est tomando clases de conversacin una hora a la semana.

En ese despacho pasa una media de tres horas al da, que esta jornada, un mircoles, sern ms porque al da siguiente hay Consello y tiene que estudiar todos los temas y adelantarse a las preguntas que puede hacer la prensa. Hasta la hora de comer le dar tiempo a hablar por telfono con algunos alcaldes, con el mdico Venancio Chantada por el xito con los robots Da Vinci; y con Jos Jimnez Borja, el primer polica local gitano de Galicia, cuya historia desvelada por Xos Gago en La Voz est ese mircoles en todos los programas matinales espaoles. Jos? Soy el presidente de la Xunta. Enhorabuena, eres un ejemplo, le dice Rueda por el telfono fijo. Lo siguiente es resolver asuntos internos con su equipo. Se remanga la camisa, se quita la corbata y se pone las gafas. Una hora despus sale a comer.

15.15 horas

Mismo men, dos compaas a elegir. Hay dos posibilidades para la comida, aunque un mismo plato principal, previsible en Carnaval: un cocido en Laln con el grupo parlamentario del PP; o un cocido en Santiago, pero con comisarios de la Polica Nacional y responsables de la Autonmica. Opta por el segundo. Es una comida informal —nada de temas de seguridad— en el Casa Antonio, una tasca de Santiago de madera, con fotos de famosos que han acudido al bar y donde dice mi compaero Xon Soler que se come uno de los mejores cocidos de Galicia. Los agentes van de paisano, y tambin est Diego Calvo, vicepresidente segundo y nica novedad en su equipo de conselleiros tras el relevo de Feijoo. Lo est haciendo muy bien, tena ya experiencia de gestin, es muy poltico, no me ha sorprendido nada, dir despus de l.

17.30 horas

Visitas protocolariasy un asunto de ltima hora. La tarde tiene momentos valle para quien observa desde fuera. Parece que falte agenda, pero lo cierto es que queda mucho trabajo por delante que no luce. La comida no se ha alargado y Rueda llega a tiempo para recibir a una delegacin de dirigentes de la ONCE en Galicia. Les atiende junto a Emilio de la Iglesia, que toma nota de lo que cuentan. Es visita protocolaria, as que no se extiende demasiado. Antes, el presidente ha recibido dos noticias que le obligan a modificar un poco la agenda: la muerte de un marinero de Marn en un accidente, y un apercibimiento de Europa a Espaa sobre concesiones en el litoral. Se rene con las conselleiras Quintana y ngeles Vzquez, esta ltima responsable de Medio Ambiente. Son dos de las que tienen un perfil ms poltico en un gabinete especialmente tcnico, con poco colmillo. Algunos ya se van soltando ms, admite el presidente. Previamente han hablado con el eurodiputado gallego del PP Francisco Milln Mon para que les explique en profundidad qu reclama Bruselas, aunque convienen en que debe ser el Gobierno espaol quien responda. Ya se est haciendo de noche y antes de salir de San Caetano an resuelve ms asuntos con Rosa Quintana (se nota una especial confianza), que en unos das se ir de descanso.

20.15 horas

Rumbo a Monte Po. Antes de dejar un San Caetano que se ha vaciado de funcionarios horas antes (solo queda el personal de confianza), Rueda habla por telfono con la presidenta del PP de Lugo, Elena Candia, por asuntos locales; tambin con alcaldes y con algn conselleiro ms. Dice que confa plenamente en todos ellos, y que cuando le cont a Feijoo que seguiran todos ellos, con la incorporacin de Calvo, el hoy jefe del PP nacional le dijo: Aciertas. Feijoo siempre deca que este equipo era el mejor que haba tenido en 13 aos, y yo estoy de acuerdo, no voy a hacer cambios, confiesa a lo largo del da. El nombre de Feijoo no sale tantas veces como uno esperara durante el da. La primera vez sale por una casualidad: Vivo en la calle Perfecto Feijoo de Pontevedra, pero oye, que no ha sido premeditado, ya viva antes all. Perfecto Feijoo, por si alguien no lo sabe, fue un clebre farmacutico e intelectual de Pontevedra, dueo de otro mito de la ciudad, el loro Ravachol.

Pero volvamos a Feijoo: No hablamos tanto, l tiene mucho que hacer, y eso quiere decir que nosotros no somos ningn quebradero de cabeza para l. Tampoco habla mucho Rueda de la oposicin en Galicia. No tengo mucha relacin, en el PSOE ms con Lus lvarez, que es un tipo muy sensato, y en el Bloque… quiz con Luis Bar, que tambin es de Pontevedra. Y mientras habla, enfila escaleras abajo la sede central de la Xunta mientras declina del da. Espera Monte Po,yams un concepto de poder que un accidente geogrfico.

21.20 horas

Trote y caa para acabar el da. Correr me ayuda a despejar la cabeza, cuenta el presidente mientras estira en las escaleras de la residencia oficial de Monte Po. Pone la pierna a una altura considerable. Alterna bici con carrera, aunque esto no es ningn secreto: lo sabe todo aquel que siga sus redes sociales. Hace algo de fro en esta zona alta de Santiago y el presidente ya se ha cambiado para trotar. Los escoltas —que no se haya vuelto a hablar de ellos en este reportaje es tambin una seal de normalidad y discrecin— se quedan fuera del complejo mientras Rueda empieza a correr. Le acompaa hoy-y lo hace a menudo-, Man Galianes, de su gabinete, un tipo de Cambadoscon planta deportista que fue jugador de ftbol y que es un anfitrin estupendo. Se suma Borja Verea, diputado y candidato del PP de Santiago. Lo normal seran 10 kilmetros, pero esta vez lo deja a la mitad, media hora de trote. Antes haca el kilmetro a 5.10 [minutos y segundos], ahora a 5.40, explica. Ha tenido que ir bajando el ritmo, algo que corroboran sus escoltas; hace deporte unas cuatro veces por semana. Por Santiago suele correr por esta zona alta de la ciudad, o por el Sar; en Pontevedra, junto al ro.

Al terminar el deporte caen unas caas en el bar Santiago, justo enfrente de la residencia oficial. Es un local de tazas de vino tinto que manchan la cermicay olor a comida; parece que vaya a entrar el comisario Leo Caldas en cualquier momento. Hay parroquianos que ya saben que el presidente viene algunas veces. Ni se ha cambiado despus de correr. Dan unas tapas estupendas, cuenta. Hay chicharrones y chorizo. Y s que estn buenos los pinchos. El presidente charla tranquilo con algunos clientes, repasa un par de mensajes, apura la cerveza y sale. A ver se lle vai coller o fro, le dicen en el bar.

El equipo del jefe ya se repliega. Habr an un repaso ms a papeles para el da que viene, y una cena con su mujer, que acaba de llegar desde Pontevedra. Queso, jamn y una ensalada de atn. Son las 21.50 horas. Hay 5 grados en Monte Po.