Hace unos días, vecinos de Santa Marta denunciaron la ocurrencia de jeringas, las cuales se utilizan habitualmente en algunas zonas del barrio. El concejal de Seguridad Ciudadana Gonzalo Muíños reiteró esta preocupación y ya se puso a trabajar para intentar remediar la situación.
Por ejemplo, el alcalde se reunió con el presidente de la asociación de vecinos de la zona para conocer de primera mano la situación y luego sostuvo una reunión con el jefe de la policía local para intensificar la vigilancia en las zonas más conflictivas de Santa Marta. “Queremos más presencia policial en el barrio. Por eso también le pedí al jefe de la Policía Local que se contactara con la Comisaría de Santiago para un trabajo de control conjunto con la Policía Nacional ”, dijo Muíños.
Asimismo, el ayuntamiento pidió a los ciudadanos, «en cuanto vean una jeringa, llamen a la policía local de inmediato para que se la retiren lo antes posible», dijo.
Por otro lado, Muíños quiso infundir confianza en los vecinos, a los que pidió cooperar, «para poder solucionar este problema que nos afecta a todos», dijo.
Fueron los vecinos de la plaza Pascual Veiga quienes dieron la alarma tras encontrarse con la desagradable sorpresa de la presencia de jeringas usadas y abandonadas en ese punto. Un problema que habían denunciado reiteradamente a las autoridades.
El asunto es grave ya que se trata de una habitación cercana a un centro educativo donde juegan muchos niños del barrio en su tiempo libre. Por tanto, el riesgo de picadura con una de estas jeringas es muy alto.
Y no es la única zona afectada del barrio, pues también se han encontrado residuos de este tipo en las inmediaciones de la guardería y en otros lugares de las avenidas de Bilbao y Barcelona en las inmediaciones de las viviendas.
La presencia de focos de venta de drogas en las inmediaciones ya había sido alertado por vecinos que incluso aludían a diversas acciones policiales en la zona, pero dentro de ciertos operativos, no con mayor vigilancia, como se decía, para evitar tales fenómenos. Ahora esta solicitud parece haber encontrado finalmente la aprobación en el Ayuntamiento de Compostela, que ya está trabajando in situ.
El consumo de heroína ha vuelto a aumentar en Compostela como en otras ciudades españolas en los últimos años, según ha confirmado la alcaldesa de Servicios Sociales, Mila Castro. El ayuntamiento afirmó que este aumento no tuvo nada que ver con la restricción y fue anterior.
En los años 80 y 90, el caballo hizo un daño real no solo en Santiago sino también en otras ciudades gallegas.
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