“Estamos creando las condiciones para que esto una reurbanización vanguardista y respetuosa con el patrimonio qué puede. El tiempo vuela y hay obras que hay que hacer. Estamos modernizando el ascensor de Paio Gómez, pero los esfuerzos se centrarán en el proyecto en general, mejorando la eficiencia energética, el techo y lo que indiquen los técnicos. No se debe tocar la fachada, ni las escaleras. Se decide la mejor inversión para el edificio y para los inquilinos, por habitabilidad. Es una zona donde sopla el viento y hay que cambiar completamente la carpintería exterior, está muy afectada por el salitre», afirma el abogado, que reconoce haber profesionalizado la gestión de las fincas en los últimos diez meses, «lo único capital, junto con una cuenta corriente de la fundación”, concluye.
«El Ayuntamiento quiere apropiarse de un edificio sin tener derecho y potestad para ello»
los mecenas de Fundación Piñeiro Pose Han impugnado la aprobación judicial de la fianza de 172.336 euros como primer paso en la toma del edificio por parte del ayuntamiento y se han opuesto a la asignación en sí. También interpusieron una demanda impugnando el acuerdo de la entidad de gobierno local de acudir a los tribunales, “que no fue aprobado por el pleno y, a nuestro entender, es incompatible con la ley”, dice el abogado Alfredo Losada. Ningún proceso, señala, está diseñado para determinar la propiedad del edificio.
«Hay un interpretación interesada de una cláusula en un testamento, sin considerar los demás, y que existen algunas personas conocidas como albaceas que tienen la obligación de hacer cumplir el testamento y la facultad de interpretarlo (…). Entendemos que el ayuntamiento quiera apropiarse de un edificio sin, con todo respeto, tener el derecho y la facultad para hacerlo”, dice.
Cuando los albaceas comunicaron la muerte del filántropo en 1940 y su disposición a donar unas rentas al hospital de la ciudad, el gobierno local aceptó “unas rentas, producto de unas casas, pero no de las casas”, aclara Losada. La herencia es dineraria y condicional.». Cuarenta y seis años después, el 14 de mayo de 1986, cuando se acordó en María Pita el cese de la gestión municipal del hospital, “la Fundación estima, con razonable juicio y buen entendimiento, que debe distribuir las cantidades a las entidades que colaborar con sus enfermos, pobres o desfavorecidos, siempre de Coruña, con fundaciones de caridad o similares como Cáritas, Padre Rubinos, Cocina Económica, Hogar Santa Margarita o Aspronaga».
Alfredo Losada lo destaca Voluntad de la fundación de hacer públicas sus actividades y funciones. «Seguiremos con la transparencia y dando toda la información (y queremos que otras fundaciones hagan lo mismo). Aquí se convoca el patronato con orden del día, se toman acuerdos, el funcionamiento normal de cada fundación. Estamos subsanando pequeñas carencias formales codo con codo con la Xunta y en este último trimestre tenemos que idear un plan de acción para el que estamos abriendo cauces con otras entidades.
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david garcia
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