Las restricciones de capacidad también disminuyen en las sienes, donde se mantiene la obligación de llevar mascarilla y el uso de gel hidroalcohólico
La Iglesia de Extremadura ha autorizado la celebración de procesiones procesionales en los espacios públicos de la provincia eclesiástica de Extremadura, decisión tomada en una reunión celebrada por el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, por el obispo de Plasencia, José Luis Retana, y por el Administrador Diocesano de Coria-Cáceres, Diego Zambrano.
Aquella reunión celebrada este jueves en el arzobispado de Badajoz fue esperada con impaciencia por todas las cofradías y cofradías de la comarca, que no pudieron realizar actos en la calle ya que el 13 de marzo de 2020 la archidiócesis de Mérida-Badajoz decidió suspender los hechos. programada para la Semana Santa de ese año.
La nota oficial indica que «en lo que respecta a las procesiones y demás actividades de culto público, pueden realizarse siempre que se cumplan las normas y recomendaciones que establezca la autoridad competente».
Por tanto, los desfiles procesionales de Semana Santa y el resto de actos de culto que se realizan en espacios públicos pueden realizarse con normalidad siempre y cuando no vulneren las recomendaciones que las autoridades sanitarias puedan establecer.
Además, se eliminan las limitaciones de capacidad que existían hasta ahora en las iglesias. “En la nueva situación sanitaria, dejan de estar vigentes las normas anteriormente dadas en relación a los templos y otros espacios de actividad pastoral, aunque, en general, el uso obligatorio de máscara en salas cerradas y el uso de una solución hidroalcohólica en el tiempo necesario, además de evitar aglomeraciones ».
Volver a la normalidad
Las indicaciones de las tres diócesis extremeñas son breves pero implican la vuelta a la normalidad de las cofradías de penitencia y gloria, que tienen mano libre para organizar sus actividades en la calle. Se pone así fin a la decisión de suspender las procesiones que las diócesis de Extremadura emprendieron en marzo de 2020.
La última vez que esta prohibición fue expresada públicamente por las autoridades eclesiásticas fue el 14 de enero de este año, cuando la Iglesia de Extremadura confirmó que la suspensión se mantendría en vigor en Semana Santa de 2021.
La nota entonces emitida preveía la cancelación de «todos los actos y celebraciones organizados por parroquias, cofradías, cofradías y asociaciones de fieles que tengan carácter de culto externo y, en general, todos aquellos en los que se utilice la vía pública, en todo el territorio». de la provincia eclesiástica de Extremadura ”.
A partir de marzo de 2020, están prohibidos los actos públicos organizados por parroquias, cofradías y asociaciones de fieles.
Esta restricción permitía sólo a las cofradías organizar actos litúrgicos o de piedad en los templos y lugares de culto «siempre en cumplimiento de las disposiciones de capacidad y demás normas sanitarias vigentes».
Con estas indicaciones, vigentes hasta el día de hoy, todas las localidades de la comarca tenían prohibido realizar procesiones callejeras, tanto las de Semana Santa como las relacionadas con romerías populares. Y aunque en algunos casos fue necesario trasladar los pasos para llevarlos a los templos donde se celebran los actos litúrgicos, estos traslados hasta ahora se han realizado de forma muy sobria y sin audiencia.
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