08 noviembre 2021 . Actualizado a las 7:35 pm.
A los cuatro años, Izan Alonso de Lima se convirtió en protagonista durante la visita del rey Felipe al colegio. Sra. Clara Torres de Tui si Evité al monarca y le di la espaldamientras intentaba hablar con él. Esta imagen se difundió rápidamente. Una semana después, Izan tiene muy claro que cuando vuelvan los monarcas aprovecharía para preguntarles una cosa: Felipe, Letizia, lo que quiero es una camioneta.
El pequeño sigue con su día a día sin darse cuenta del boom que está pasando soplo con que los pillé Visita de los reyes. Estaba en clase y cuando le dijeron que tenía que salir con los demás dijo que no. Izan es muy bueno y cariñoso, pero si dice que no, significa que no, sus padres lo reconocen. El niño ni siquiera iría a clase ese día. La noche anterior, le dije a mi esposo que prefiero que se quede en casa porque Con mi hijo no hay protocolo que valga la pena, y pensé que podría arruinarlo. Me convenció diciéndome que esa visita solo ocurre una vez en la vida y que la recordará para siempre, explica su madre, Silvia de Lima. Ninguno de los dos podía imaginar cuánto recordarían realmente, y no solo a Izan, sino a toda la familia. Sobre todo el pequeño, cada vez que escucha el nombre de los reyes de España ahora, insiste en tener un camión. No le importa si son magos o no.
Ese día, Izan llegó a casa como si nada hubiera pasado porque ni siquiera sabía quiénes eran los reyes. Incluso estaba particularmente feliz porque los llevaron en el autobús, dice Silvia. La tranquilidad con la que disfrutaron de la cena familiar terminó en cuanto llegaron a sus celulares fotos, videos y mensajes desde el momento en que la pequeña protagonizada y hasta el rey se divirtió. No tanto para ellos, y pasaron del shock al enfado en poco tiempo: de repente empezaron a circular por las redes memes y comentarios pegajosos donde la imagen de mi hijo fue expuesta públicamente, su educación fue cuestionada, o enseñada como republicano, explica Silvia. Nos molestó porque nadie tiene que hacer lecturas políticas sobre una rabieta infantil ni nos conoce. Reconoce que somos muy monárquicos aunque respetamos a los que no lo son.
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