Las mejores armas contra el uso de veneno en la naturaleza se llaman «Duc» y «Mint», un Pastor Holandés y un Springer Spaniel, respectivamente. Los perros forman parte del proyecto European Life Alimoche para monitorizar la población de Guirre en Canarias, aunque se utilizan para detectar el uso de estas sustancias, que afectan a toda la avifauna.
Aunque viven en la estación biológica de La Oliva, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente del Cabildo, ‘Duc’ y ‘Menta’ actúan en Fuerteventura y Lanzarote sobre la base de una planificación conjunta semanal entre las dos islas. La guía proviene de Gesplan, quien se encarga de la socialización de los animales. Sin embargo, durante las inspecciones son atendidos por los representantes de la agencia, es decir, representantes del medio ambiente, policías locales y regionales y fuerzas de seguridad del Estado.
Su trabajo es doble: por un lado, se utilizan como disuasivo en lugares donde se sospecha que personas sin escrúpulos utilizan venenos, y por otro, trabajan en incidentes declarados de intoxicación como la muerte de cinco Guirres en Cofete en Junio de 2020. El método es mediante impactos de reconocimiento del sitio de unos 2.000 metros, primero se suelta uno y luego el otro. “Hay que cambiarlos cada 30 o 30 minutos porque se están acabando. Usan mucha energía para rastrear el veneno y por eso tienen que ser reemplazados », detallan fuentes del medio ambiente.
Las razones por las que ‘Duc’ y ‘Mint’ son más eficaces para demostrar el uso de veneno en el entorno natural, ya sea en cebos untados o en cadáveres de aves, deben ser su fuerte olor. «Los humanos tenemos cinco células olfativas en comparación con los 120 millones de los perros».
Las otras razones para utilizar veneno en la agricultura y la ganadería tienen un origen diferente: la tradicional eliminación de las llamadas alimañas que diezman el ganado o las velas de las plantas, ya sean cuervos atacando baifos, conejos devorando el garbanzo nocturno, perdices picoteando patatas, etc. El trabajo de relaciones públicas también es eficaz contra la persistencia de esta costumbre, que ahora es un delito.
En esta batalla, los agentes medioambientales del Cabildo recibieron una amplia formación relacionada con la estrategia de control de intoxicaciones de Canarias. Han asistido a una docena de cursos de formación en la última década. De esta forma, fueron capacitados para investigar el uso ilegal de venenos, tomar muestras ambientales, investigar delitos contra animales salvajes o lidiar con perros detectores de cebos envenenados como los dos del proyecto Life. Esta formación fue realizada por organizaciones tan diversas como el Cabildo de Gran Canaria, la Junta de Andalucía o el Gobierno de Canarias.
Comments