El padre Pedro Miret y algunos voluntarios pasan la tarde visitando a personas sin hogar en Campanar, Benimaclet, Parque Central y Mestalla
No todo el mundo puede permitirse manjares en fechas tan conocidas. Los que no tienen nada, los vagabundos de Valencia, viven otra realidad basada en la supervivencia. Por eso es muy de agradecer que haya gente que deje el calor de sus casas unas horas para compartir un día tan especial como la Nochebuena con gente que vive en la calle.
Así lo hizo un grupo de voluntarios integrados en el apostolado de la Asociación de la Divina Misericordia de Valencia, institución presidida por el Rev. Pedro Miret Giner, ataviados con un gorro de Papá Noel, con un repertorio de villancicos y con grandes dosis de abrazos devolvieron la sonrisa a las personas residentes en diferentes asentamientos de Valencia, para quienes prepararon un menú especial y caliente.
El recorrido comenzó a las 8:30 pm y viajaron a diferentes puntos en una tarde que finalizó a las 2 am. “Como hay gente que por su fe no puede comer carne, pedimos un menú compuesto por lasaña de verduras, empanada de atún, pan y tiramisú”, explica el padre Pedro Miret.
Repartieron hasta 80 porciones con estos ingredientes. Y a ese número hay que sumar 30 raciones de ‘redondos de carne’, preparados por un compañero voluntario que vivió un tiempo en la calle y ha sobrevivido y ahora regenta una carnicería. Esto demuestra que es posible salir de esta situación”, explicó José Requena, un voluntario de 36 años que indicó que forma parte del programa desde 2015.
Dijo que “han venido personas más jóvenes, de 14 y 15 años, que se están preparando para la Confirmación. Incluso tenemos Erasmus de Marruecos, Irlanda o India porque ayudar a los demás no es una religión».
La primera estación de distribución fue una zona de Campanar cerca de Nuevo Centro. “Les explicamos que la Nochebuena tiene un significado muy especial por el nacimiento de nuestro Señor”. La segunda parada fue cerca del parque central de Pérez Galdós. “Encontramos hombres y mujeres también, con el riesgo adicional que enfrentan.
Incluso hablamos con un señor de 65 años que padece un tumor cerebral y que tiene que enfrentarse a la soledad”, cuenta Pedro Miret. El párroco informó que era importante “ver la pobreza de Valencia de noche. Hay situaciones dolorosas. No sólo por la pobreza, sino también por la falta de cariño».
Si animaron a 40 personas en Campanar, sumaron quince más en este segundo punto. “Les dimos la comida cuando aún estaba caliente y se sentaron en un banco a comerla”, agregó Miret. La reacción inmediata fue fundirse en un abrazo.El tercer punto de encuentro fue en Cruz Cubierta, donde hay asentamientos rumanos y españoles. Eran familias enteras, unas 30 personas, y todos compartieron un momento cantando villancicos en diferentes idiomas pero con la misma ilusión.
en el barco abandonado
La cuarta parada fue una antigua fábrica en Benimaclet, donde ya han muerto tres inmigrantes. Los residentes son africanos y aprecian mucho el menú navideño. Una treintena de personas viven en esta zona y siguen a la espera de nuevas reuniones con las administraciones para ver si es factible facilitarles pisos de alquiler para poder salir de esta nave, que se encuentra en mal estado.
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Valencia les ha ofrecido la alternativa de ir a un albergue sin límites de tiempo, pero no ha sido aceptado y quieren que les ayudes a encontrar casas en alquiler, ya que esto es para ellos. Alquilar pisos no lo es. fácil. La última visita fue en Mestalla, en los salones recreativos del Valencia CF, «donde inicialmente había diez personas y ahora son cincuenta, entre hombres y mujeres, tanto rumanos como búlgaros y marroquíes», añadió Miret.
La ruta de Nochebuena estuvo muy sentida, pero no es la única. Todos los miércoles visitan estos lugares para repartir mascarillas, mantas, arroz y latas, y el 6 de enero reciben la visita de familias enteras para recibir a los Reyes Magos en la parroquia de San Francisco de Borja en Valencia (Cuba 53), donde se encuentran los niños. son Ellos recibirán regalos.
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