La acción del comité beneficiará a cerca de 99.000 personas de la población más vulnerable
El Consejo de Gobierno aprobó este martes un incremento del 9 por ciento en la asignación regional entregada a los perceptores de pensiones no contributivas de vejez e invalidez, de las ayudas sociales del Fondo de Asistencia Social (FAS) y del Subsidio de Garantía de Ingresos Mínimos (SGIM) para el año 2023.
Tras el compromiso recibido en octubre, el Consejo de Gobierno ha acordado reevaluar el nivel de apoyo complementario a las pensiones no contributivas y sociales para el próximo año, una medida que beneficiará a cerca de 99.000 personas (98.991) del segmento más vulnerable de la población.
Las pensiones no contributivas tienen el nivel más bajo de pensiones reconocido por el sistema de seguridad social, lo que unido a un nivel de ingresos igualmente bajo, hace que consideremos a este colectivo en riesgo de exclusión social. Ante esta situación, parece oportuno establecer ayudas económicas adicionales para este colectivo.
El importe individual del complemento para pensiones no contributivas pasará de 148,81 EUR a 162,20 EUR en 2023. El requisito para su pago es ser perceptor de una pensión no contributiva de vejez o invalidez y cumplir este requisito a 31 de diciembre de 2022, así como la vecindad administrativa en territorio andaluz. El número de beneficiarios previsto para 2023 es de aproximadamente 97.157.
Para los beneficiarios del fondo de asistencia social y del subsidio de renta mínima, la cuantía individual de esta ayuda para todo el próximo año se fija en 1.568,64 euros frente a los 1.439 euros de 2022.
Asimismo, se establece como requisito ser beneficiario de esta pensión auxiliar o tener reconocido el subsidio y residir en Andalucía en los tres meses inmediatamente anteriores a las fechas fijadas para su pago. Por este concepto, el número de beneficiarios de esta ayuda para el año 2023 ronda los 1.834.
Dado el turbulento escenario económico actual con una inflación muy alta (6,8% en noviembre) y el impacto de la guerra en Ucrania en los precios de los combustibles, las previsiones no son optimistas, especialmente para los más vulnerables. De ahí la relevancia de estos mecanismos complementarios.
Tal y como informa la Junta en una nota, hay que recordar que la insuficiencia de las prestaciones, junto con la competencia exclusiva que corresponde a Andalucía en materia de apoyo y servicios sociales, ha propiciado el establecimiento de una ayuda económica complementaria con carácter excepcional. que se utiliza desde 1998 para Pensiones no contributivas y se paga desde 1989 a beneficiarios de FAS y SGIM para ayudar a mejorar su situación socioeconómica.
Las personas que reciben estas prestaciones carecen de los medios necesarios para sustentar su subsistencia básica, y esta ayuda económica es distinta de la que proporciona el sistema de seguridad social y es compatible con la que pueda prestar la Administración General del Estado. Por ello, dado el nivel de prestaciones que perciben y sus bajos ingresos como colectivo en riesgo de exclusión, la administración andaluza fomenta la puesta en marcha de estos mecanismos.
Por otra parte, la caja de asistencia social creada en 1981 fue suprimida en 1992, por lo que sólo reciben esta ayuda las personas que lo habían reconocido previamente. Asimismo, el Subsidio de Garantía de Ingresos Mínimos creado en 1982 fue derogado en 1991 en el entendido de que los beneficiarios siguen teniendo derecho a él mientras sigan cumpliendo los requisitos y no opten por recibir una Seguridad Social no contributiva a la Pensión Social.
Estos beneficiarios han percibido la prestación sin cambios desde 1991, a la misma tasa mensual de 149,86 €, por un total anual de 2.098,04 €, sin revalorizarse como la cuantía más baja del total del sistema de protección de prestaciones sociales en las Leyes de Presupuestos Generales del Estado anuales pasado hasta la fecha.
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