Fue un caso muy meditativo. Fue aterrador ver el tapping del 3 de noviembre de 2017 en las noticias y en los sitios web de los principales periódicos. Secuestro de una joven en un burdel de Lugo. El video de una cámara de vigilancia mostraba a una mujer en camisón fumando en la pequeña terraza del Triton Club. Y luego cómo dos hombres salieron de un auto y se dirigieron a la niña. La agarraron con fuerza. Aunque la víctima resistió y trató de deshacerse de sus secuestradores, al final lograron forzarla a subir al vehículo casi en horizontal con el cuerpo agachado y derrotado. El conductor hizo distancia y desaparecieron tras tomar la N-VI a la altura de O Corgo, que es uno de los clubes de azafatas más grandes y famosos de la provincia de Lugo.
La mujer secuestrada era una joven de nacionalidad rumana, de 20 años. Después de buscarla durante tres días, caminó por la estación de autobuses de Santiago. contar algo Su esposo y varios amigos la secuestraron, la golpearon en todo momento y la obligaron a prostituirse. en varios burdeles de las provincias de A Corua y Lugo. También denunció que sus secuestradores la liberaron luego de ser vista en los medios que llevaron a cabo el secuestro. Tenían miedo y decidieron dejarlos en libertad y huir, según la Guardia Civil.
Los agentes arrestaron a tres hombres y una mujer en tres días. Entre ellos el marido de la víctima. Todos viven en Betanzos, donde controlaron a la joven durante un año, dijo el fiscal. Abuso, amenazas de muerte y ser obligado a prostituirse. Así alega la Fiscalía, que en el juicio pidió que la pareja de la víctima sea condenada a 31 años como presunto autor de los delitos de lesiones, amenazas, detención ilegal, extorsión, maltrato habitual y delitos relacionados con la prostitución.
Pero la primera sección de la Audiencia Provincial de A Corua absolvió a los imputados de los delitos más graves. Solo aprecié la coacción de género de la expareja y lo condené a 7 meses de prisión. Su abogado, el abogado defensor penal Diego Reboredo, recuerda que no se adhirió a ellos porque ya los había cumplido en exceso después de pasar dos años en prisión preventiva.
¿Qué llevó a la corte a deshacerse de los crímenes restantes? Así explica el veredicto: No se puede aceptar que la víctima haya sido privada de libertad, como pretende la fiscalía desde que salió, la presunta custodia se llevó a cabo en una vivienda cercana a varios edificios públicos, conservada y con su celular, tuvo contacto con terceros a los que podía pedir ayuda, e incluso se encontraba sola en la casa, lo que nos permite valorar que tuvo la oportunidad de escapar del lugar donde presuntamente se encontraba retenida. Además, prosiguió el fallo, no hay nada sobre las lesiones que necesariamente debieron ocasionar los distintos hechos de violencia contra la mujer, incluso algunos de los testigos lo niegan expresamente. Al final, El tribunal asume que el reclamo del acusado principal de coaccionar o chantajear a la víctima para que se prostituya no tiene respaldo. más allá de su conocimiento del desempeño de una actividad que realizan. Frente a esta prueba, las declaraciones de los agentes de la Guardia Civil resultan inadecuadas por su contenido parcial e incompleto, siempre que su intervención se haya producido con posterioridad al último incidente que efectivamente investigaron, limitando así la información sobre los hechos ocurridos anteriormente a una simple investigación. de los elementos, lo que podría aclarar, más que una investigación exhaustiva, sobre la totalidad de la amplia y prolongada conspiración criminal atribuida a los imputados.
A pesar de todo, el fiscal siempre entendió que el principal acusado es rumano y tiene 25 añosComenzó una relación con una joven compatriota en 2016 y estableció su residencia en la Lanzs ra en Betanzos, donde la sometió a constantes abusos y humillaciones. Hasta que se vio obligada a prostituirse en varios clubes de azafatas y reclamar todo el dinero que había ganado.
28 de septiembre de 2017, el imputado, siempre según el fiscal, y sus amigos, dos hombres y una mujer, también rumanos, se dirigieron a un burdel donde trabajaba la víctima y la secuestraron tirando y apretando su cabello y deteniéndola estaba encerrada en el apartamento Betanzos por 5 días. Fue liberada después de que la joven le prometiera a su esposo que haría lo que quisiera. Otra vez te lo mandaron Tritn Club. Y nuevamente fueron a secuestrarla. En esa ocasión, las cámaras de vigilancia grabaron el secuestro. Y así terminó el presunto calvario de una mujer que sigue siendo hoy testigo protegida, que sigue ejerciendo la prostitución libremente, a pesar de que su expareja fue absuelta.
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La voz de Galicia
m. Carneiro
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